EDITORIAL / ¿Qué pasa?

El llamado Estado Islámico (que ni es Estado ni es islámico) está inmerso en una orgía de muerte desde los atentados de París cuyo desencadenante no se entiende. Es verdad que de esa gente se comprende poco y también lo es que mata mucho, pero también lo es que las últimas bombas deben de tener alguna causa concreta: o alguien ha dado una orden o lo de Francia fue una señal preestablecida.

Ayer, atentó otra vez en Túnez (tras hacerlo hace semanas), lo que supone la muerte del país africano en la práctica –ya que ese país vive prácticamente del Turismo y nadie irá allí ahora– y también lo ha hecho en Líbano, Mali, Turquía... así que España estará encantada, porque tendrá más visitantes este año que nunca.

El caso es que el enfrentamiento entre Occidente y los extremistas del Islam (lo que es una circunstancia... podrían ser del Budismo, el Judaísmo o el Cristianismo; lo relevante es que son extremistas, no su credo) parece crecer por momentos, aunque nadie conoce el porqué. Y que medio mundo se prepara para la guerra contra el otro medio.

'Astures' hará más editoriales sobre este tema... ¡Seguro!

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