Y ahora ¿qué?
Por Joaquín del Río
El PSOE eligió ayer a Pedro Sánchez
secretario general, lo que era previsible porque su militancia siempre tuvo una
vena ácrata, que ya antepuso a Josep Borrell frente a Joaquín Almunia o que
pasó a José Luis Rodríguez Zapatero por delante de José Bono.
Los cargos públicos del puño y la rosa son
desde hace tiempo otra cosa (que deriva de lo que llaman ellos “sentido de
Estado” y “estómago agradecido” sus detractores); en concreto, desde los
tiempos en que Alfonso Guerra amenazaba con que los que se movieran no saldrían
en la foto, lo que se convirtió en una doctrina exitosa en los partidos que
llevó al paroxismo Francisco Álvarez Cascos en el PP…
Pero de aquello hace una eternidad y
ahora la gente se ha crecido, sobre la base de que su opinión no sólo se
escucha cuando vota sino cada día en las redes sociales. Por eso era previsible
que perdiera en Ferraz la andaluza Susana Díaz, que se desacreditó al amagar y
no dar, al perderse en cálculos estratégicos y al anunciar que no dejaría
Sevilla aunque ganara en Madrid.
Aunque lo que importa ya hoy no es quién
ganó ayer sino quién perderá a partir de ahora. Y, en concreto, qué va a pasar
con Javier Fernández (presidente de Asturias, como se recordará… aunque salga
en televisión sólo por ser presidente de la gestora). Javivi llegó a la FSA con el apoyo de las Cuencas Mineras
asturianas, que acaban de votar masivamente al candidato no oficialista. Y es
el personaje más visible del golpe palaciego con el que los llamados barones
forzaron un cambio en el PSOE.
Así que no sólo va a desaparecer de
Madrid, sino que puede empezar a despedirse hasta de Oviedo, donde apenas si
ejerce de administrador concursal de la muerte de Asturias. Y con él su
protegido Nino Torre, secretario de las Juventudes Socialistas federales e hijo
de otro prohombre de las antiguas cuencas.
Todo apunta a que habrá nuevos nombres
fuertes en el socialismo asturiano… Y uno de ellos será, sin duda, el lavianés
Adrián Barbón. Aunque hay más, como Adriana Lastra, que está junto a Sánchez
mientras escribo… así que habrá que ver.
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