Pedir Perdón
Por Joaquín del Río
Veo a Mariano Rajoy pedir perdón por la
corrupción de su partido y ello desentierra en mí una antigua enseñanza; la
aprendí en la infancia y explica que la solicitud de perdón tiene tres fases:
el arrepentimiento, el dolor de los pecados y el propósito de enmienda.
Como no percibo ninguna de esas actitudes
en la intervención del presidente deduzco que lo que ha hecho es sumarse a la
moda iniciada por el rey Juan Carlos tras su cacería en Botswana; una moda vana
que también acaba de practicar Esperanza Aguirre a propósito de la detención de
Francisco Granados, que fue su mano derecha.
Consiste esa moda en dirigirse a la
opinión pública para intentar frenar su enfado a base de frases vacuas y
ejercicios de cinismo. La ha practicado tanta gente que no quiero ennumerarles;
para que no se me olvide ninguno.
En realidad, veo los informativos
resignado a conocer los ladrones nuevos de cada día; e intuyo que lo que está
por llegar es una auténtica penitencia por la que tendrá que pasar mucha gente,
ya que en cuarenta años España ha construido una economía del siglo XXI sobre
una moralidad del siglo XVI. Veremos cómo acaba esto.
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