Casi a la velocidad de la luz

Por En Cierta Medida
 
¿Necesita un descanso de los ajetreos de la campaña electoral? Súbase a la nave 'Frasier-Seinfeld' y aléjese un poco del planeta Tierra. Prepare los viejos capítulos de 'Frasier' y 'Seinfeld' y saque del armario su traje de astronauta.

En el 'Frasier-Seinfeld' sabrá lo que es moverse en gravedad cero, porque durante una hora sus problemas perderán peso. Los asuntos en la Tierra le parecerán muy, muy lejanos; y la vida, como todo lo que se ve con perspectiva, seguirá siendo una breve aventura química sin sentido, como diría Manuel Vicent, pero digna de ser vivida. En el 'Frasier-Seinfeld' tendrá la oportunidad de realizar algunos experimentos interesantes: podrá comprobar los beneficiosos efectos que tiene para el organismo humano una hora de televisión tranquila e inteligente; también podrá comparar la deliciosa sensación de moverse en gravedad cero televisiva con la angustiosa sensación de moverse en gravedad “El secretario general del PSOE no dice nada socialista” o gravedad “Políticos saludando en campaña”; comprobará que el tiempo y el espacio no son conceptos absolutos, y que viajando a la velocidad en que la que viaja el 'Frasier-Seinfeld' el tiempo transcurre más lentamente y, por tanto, envejecemos más despacio.

La gran ventaja de viajar en el 'Frasier-Seinfeld' es, en efecto, el tiempo. Einstein demostró que no hay un tiempo “universal” que se pueda aplicar en cualquier parte del universo, sino sólo diversos tiempos “propios” de los diversos cuerpos del universo: no existe el mismo tiempo para diferentes observadores, sino que el tiempo es un concepto relativo que depende del sistema de referencia desde donde se mida la duración del suceso. Una hora de 'Frasier-Seinfeld' no es una hora de “Respuestas de Albert Rivera a cualquier cosa que se le pregunte”: viajando deprisa se envejece despacio, y en el 'Frasier-Seinfeld' se viaja muy deprisa, por eso envejecemos más lentamente; sin embargo, en el “Rajoy charlando con Bertín Osborne” se viaja muy despacio, por eso nos hacemos viejos con más rapidez. Conviene, entonces, viajar a la velocidad de programas como 'Frasier' o 'Seinfeld'... aunque sólo sea por mantenernos jóvenes.

Imagínese que en el futuro alguien es capaz de construir un programa televisivo que viaje a la velocidad de la luz. A la velocidad de la luz, el tiempo no transcurre: los espectadores tendríamos una masa infinita, no tendríamos peso y el tiempo se detendría completamente para nosotros. Puede que el Paraíso Catódico consista precisamente en viajar en un programa a velocidad de la luz; mientras que el Infierno Catódico sería viajar en un programa a velocidad de caracol, col, col, saca tus cuernos al sol, en el que Rivera e Iglesias hablan y hablan creyéndose unos nuevos Moisés.

Viaje en el 'Frasier-Seinfeld': sus arrugas se lo agradecerán.

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