EDITORIAL / Las mentiras de Soria
El Gobierno de Mariano Rajoy ha nombrado representante de España en el Banco Mundial al exministro José Manuel Soria, aquel canario como Aznar sin bigote que tuvo que dimitir por mentir a los españoles durante una semana. Dejó el Gobierno cuando el gallego perdió las primeras elecciones y se preparaba para las segundas... y ha sido designado en puertas de las terceras.
Pero La Moncloa no contaba con llegar hasta aquí y excusa su decisión utilizando mentiras; las tres principales son las siguientes: que el personaje es un funcionario que ha ganado un concurso público en el que vetarle sería prevaricación. Y son mentiras por lo siguiente:
–El concurso no es público, porque no tiene publicidad ni mérito ni libre concurrencia.
–Juzgan a los candidatos los miembros del equipo de confianza del ministro De Guindos.
–La prevaricación es un delito que comete un funcionario "al tomar una decisión a sabiendas de que es injusta" y no un político que designa a una persona de confianza.
Así que el PP miente sobre esto porque sabe que ha hecho mal y teme su efecto electoral. Pero la sabiduría popular enseña en España que 'se coge primero a un mentiroso que a un cojo'. Y sólo los Estados autoritarios utilizan bien la mentira; porque sólo ellos dedican medios bastantes: lo hacía la Alemania nazi, la Italia fascista, la Rusia soviética, la España franquista, la Cuba castrista, la Ruanda aminista...
Porque mentir es difícil, cuando uno no recuerda lo que ha dicho. Le pasó al exministro hace meses hablando de sus dineros de Panamá y le pasa ahora a La Moncloa comentando su elección para el Banco Mundial de aquel personaje, que no es otra cosa que un golfo ilustre.
Pero La Moncloa no contaba con llegar hasta aquí y excusa su decisión utilizando mentiras; las tres principales son las siguientes: que el personaje es un funcionario que ha ganado un concurso público en el que vetarle sería prevaricación. Y son mentiras por lo siguiente:
–El concurso no es público, porque no tiene publicidad ni mérito ni libre concurrencia.
–Juzgan a los candidatos los miembros del equipo de confianza del ministro De Guindos.
–La prevaricación es un delito que comete un funcionario "al tomar una decisión a sabiendas de que es injusta" y no un político que designa a una persona de confianza.
Así que el PP miente sobre esto porque sabe que ha hecho mal y teme su efecto electoral. Pero la sabiduría popular enseña en España que 'se coge primero a un mentiroso que a un cojo'. Y sólo los Estados autoritarios utilizan bien la mentira; porque sólo ellos dedican medios bastantes: lo hacía la Alemania nazi, la Italia fascista, la Rusia soviética, la España franquista, la Cuba castrista, la Ruanda aminista...
Porque mentir es difícil, cuando uno no recuerda lo que ha dicho. Le pasó al exministro hace meses hablando de sus dineros de Panamá y le pasa ahora a La Moncloa comentando su elección para el Banco Mundial de aquel personaje, que no es otra cosa que un golfo ilustre.
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