EDITORIAL / Rajoy caerá del guindo
El Partido Popular atravesó ayer su particular 'martes y trece', con la investigación judicial a Rita Barberá, la comparecencia de Luis de Guindos y los preacuerdos de Luis Bárcenas y Jaume Matas. De los que se derivan varias conclusiones, a saber: la senadora tiene difícil no dimitir, por lealtad a su partido en pleno periodo electoral (aunque nadie puede obligarla a dejar de ser parlamentaria, que quede claro); el ministro y el gobierno mintieron y mienten cuando hablan del 'caso José Manuel Soria'; el extesorero ha firmado la paz con su partido; y el expresident pretende volver a la cárcel (donde ya ha estado) el menor tiempo posible.
Y todo esto son clavos en el ataud de Mariano Rajoy, que no tiene ninguna posibilidad de ser reelegido con este lastre porque Ciudadanos le exige ser activo contra la corrupción. De modo que la indecencia de la derecha acabará llevando a la izquierda al Gobierno, bien con que se abstenga Albert Rivera en la investidura de Pedro Sánchez (exactamente, lo que el primero pedía al segundo para que siguiera el gallego), bien pactando con independentistas para tapar el hedor que desprende la política española.
La situación es difícilmente tolerable hasta para los propios votantes del Partido Popular, la mayoría de los cuales (incluso, de los militantes) jamás imaginaron que su partido fuera una cueva de ladrones... y un nido de inmorales, porque las noticias de ayer sobre Barberá, De Guindos, Matas o Bárcenas no cuentan nada ilegal, aunque son cualquier cosa menos ejemplar para la población. Luego molestará oir que la 'marca España' es la corrupción.
Y todo esto son clavos en el ataud de Mariano Rajoy, que no tiene ninguna posibilidad de ser reelegido con este lastre porque Ciudadanos le exige ser activo contra la corrupción. De modo que la indecencia de la derecha acabará llevando a la izquierda al Gobierno, bien con que se abstenga Albert Rivera en la investidura de Pedro Sánchez (exactamente, lo que el primero pedía al segundo para que siguiera el gallego), bien pactando con independentistas para tapar el hedor que desprende la política española.
La situación es difícilmente tolerable hasta para los propios votantes del Partido Popular, la mayoría de los cuales (incluso, de los militantes) jamás imaginaron que su partido fuera una cueva de ladrones... y un nido de inmorales, porque las noticias de ayer sobre Barberá, De Guindos, Matas o Bárcenas no cuentan nada ilegal, aunque son cualquier cosa menos ejemplar para la población. Luego molestará oir que la 'marca España' es la corrupción.
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