EDITORIAL / Emigrantes

La distinción de Colombres como 'Pueblo Ejemplar' de Asturias ha situado en el ojo del huracán la realidad de la emigración de esta tierra, que tiene en esa localidad un hito de referencia, como es desde hace décadas el Archivo de Indianos (quien no lo conozca en persona puede descubrirlo mediante un estupendo trabajo del fotógrafo Alejandro Braña).

El caso es que la diáspora nunca estuvo bien considerada aquí, pese a que se vivió de ella mucho tiempo hasta que se pasó a depender de la minería y la siderurgia, que aún hoy condicionan el discurso aunque la primera pesa cada vez menos en el mercado de trabajo. Y ahora no está mejor vista la diáspora, hasta el punto de que las familias que tienen un miembro lejos suelen decir de él que está "en el extranjero" y no que haya emigrado; al revés, aquí se llama "emigrante" al inmigrante, porque irse de la tierra es algo vergonzante.

Pero el asturiano debe saber que muchos pueblos de su tierra tuvieron escuela y agua corriente gracias a la solidaridad de sus emigrantes; y debería desechar también para siempre ese tópico malsano del indiano, que en realidad es aplicable a muy poca gente.

También deberían aprender esto las nuevas autoridades políticas y las instituciones, que hallarían lejos de la tierra ideas y gente que nunca encontrarán aquí. Hay una película sobre el tema que debería ser de obligada visión: 'Un franco 14 pesetas' y su secuela.