EDITORIAL / Juegos de Pelota

Andan desconcertados los aficionados a la política de todos los colores, al comprobar que –tras el 24M– las cosas no son lo que siempre habían pensado... especialmente en Asturias, que lleva tiempo viviendo en el paradigma izquierda-derecha y ahora está aprendiendo uno diferente.

Y no es de extrañar, porque ese reparto dividió en origen a los pobres de los ricos, pero ahora hay ricos y pobres en los dos lados del espectro. Los conceptos 'izquierda' y 'derecha' en sentido político traen causa de una distribución espacial: durante la Revolución Francesa, se celebró una votación y los partidarios de que las cosas siguieran como estaban ocuparon el lado derecho de la sala, mientras los que querían cambiarlas se pusieron enfrente; de donde se entiende que la izquierda quiere que las cosas varíen y la derecha intenta conservarlas. Podrían darse muchos más detalles de esa reunión, pero son irrelevantes para el fondo del asunto.

Y así se llega hasta 'ayer', cuando se creía que la izquierda era transformadora y la derecha conservadora... pero han llegado Podemos y Ciudadanos y todo se ha ido al garete. Porque poca gente está más contenta aquí con lo que existe que los dirigentes de Izquierda Unida y de la Federación Socialista Asturiana, criados ambos a los pechos del conservador discurso del SOMA de José Ángel Fernández Villa (autoritario y reaccionario donde los haya).

Pero 'hoy' la perspectiva ha cambiado: quienes en Asturias quieren modificar las cosas son las opciones consideradas de derecha (el PP y Foro), mientras las que quieren conservarlas son el PSOE e IU, en tanto que Podemos y Ciudadanos lo que quieren es reorientarlas en su beneficio; se vio en Gijón con la primera y se ve en la región con la segunda.

De forma que andan desconcertados los aficionados a la política de todos los colores, porque ni los ricos están donde se creía ni los pobres votan lo que se esperaba.

Comentarios

  1. Realmente simple el análisis.
    Si desde posturas de izquierdas se cambian ciertas cosas, el hecho de mantener los cambios ¿le convierte automáticamente en conservador ?. Y quien pretende restaurar y volver atrás los cambios ¿lo convierte en progresista?

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