EDITORIAL / Ultraderechistas

Está el mundo muerto de miedo por la irrupción en la política de elementos ultraderechistas, aunque la mayoría ha llegado por el apoyo de parte del electorado. El estadounidense Donald Trump es un caso paradigmático, pero no es el único: anteayer se reunieron varios dirigentes de organizaciones europeas de esa ideología para hacer alarde de su creciente fuerza.

La memoria apenas dura una generación y Europa ya no recuerda el daño que le causó esta gente hace menos de un siglo: el alemán Adolf Hitler, el italiano Benito Mussolini, el español Francisco Franco, el francés Philippe Petain, el británico Oswald Mosley y otros fascistas pusieron el continente al borde de la desaparición, hasta el punto de que se crearon la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y lo que hoy se llama Unión Europea (UE) para que la Historia no se repitiera.

Ayer mismo, el Papa Francisco advertía en una entrevista exclusiva del diario 'El País' que el mundo corre el peligro de que la gente busque "un salvador" para superar el actual tiempo de incertidumbre. Tal como hizo Asturias hace cuatro años al elegir presidente a Francisco Álvarez Cascos.

Por fortuna, Trump hablará hoy por teléfono con el presidente de Israel, Benjamin Netanyahu; así que el mundo sigue estando en las mismas manos.

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