EDITORIAL / El debate (I, Lo Previsible)

Acaba de terminar el debate televisivo entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, candidatos de PP y PSOE respectivamente. Y ha debido de perderlo el gallego, lo que no era difícil, ya que defendía la gestión de un Gobierno mentiroso mientras su interlocutor llegó a la tele sólo con el lastre de sus predecesores.

El presidente del Gobierno encabeza un partido deshecho por la corrupción, mientras el jefe de la Oposición lidera una generación regeneradora del socialismo español. Y deberían mostrarse así sólo ambos ante los ciudadanos para ser coherentes con sus responsabilidades... lo que hicieron, y lo que deja más cerca de ganar al socialista que al popular.

Los dos candidatos mandaron mensajes diferentes desde las imágenes del principio: el gobernante llegando a la tertulia con su asesor; y el opositor accediendo con su esposa. Debate adelante, también dieron instantáneas distintas: Rajoy crispado y tranquilo Sánchez. Y al final se coronaron de gloria: celebrándose el socialista y justificándose el popular.

Aunque el del PP y el del PSOE no representan ni a la mitad del censo electoral, según todas las encuestas (y hablando siempre de intención de voto, no de resultado en escaños). Ambos espadas llevan en la recámara la carta escondida de sus muletillas (Podemos, IU y Ciudadanos) y esa mayoría tendrá mucho que decir el 20D... como la de los indecisos.

El caso es que España vota el domingo para elegir Gobierno y todo indica que no tiene ningún candidato que esté a la altura de las circunstancias; lo que será malo para ella...

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