El MOMA bien vale un viaje (II)

Por Adriana Blanco

De Bauhaus a Buenos Aires: Grete Stern y Horacio Coppola
Como decíamos ayer, el MOMA bien vale un viaje. Sus exposiciones nos ponen al día con las vanguardias tecnológicas artísticas pero también con la perspectiva histórica de la modernidad.

El MOMA no solo fue el primer museo del Continente Americano dedicado a las artes de la actualidad, fue el primero en impulsar a los artistas latinoamericanos y en integrar las artes, incluyendo la fotografía que no era aceptada en los museos.

Precursor y modelo de institución cultural, mantiene la vanguardia en sus presentaciones o por lo menos procura ser recepcionista de los avances y las tendencias de la tecnología, los videos y las manipulaciones digitales en exploración, sin olvidar a los que fueron precursores en otros momentos históricos, éste es el caso de la exposición de Grete Stern y Horacio Coppola, dos fotógrafos vanguardistas y exploradores de la imagen en tiempos de la Bauhaus.

Sin duda, para mi como latinoamericana, es un orgullo ver el nombre de uno de los grandes del arte visual argentino en la cartelera de un museo internacional. Conoci a Coppola en Buenos Aires, era ya un maestro respetado por todos y la semilla de sus audacias visuales había prosperado y alimentado el movimiento fotográfico argentino. Movimiento activo que actualmente cuenta con un plantel de fotógrafos profesionales importantes, festivales de fotografía, como el Festival de la Luz, escuelas profesionales, y una amplia gama de especialidades, exposiciones fotográficas y libros de fotos relacionados con diversos temas.

La exposición del MOMA, nominada: “De Bauhaus a Buenos Aires: Grete Stern y Horacio Coppola””, es un trabajo de investigación y curaduría extensivo que rinde homenaje a estos dos pioneros artísticos, con la presentación de 300 trabajos de colecciones privadas y museos internacionales, fotos, documentos, libros, filmes, fotomontajes y materiales de diseño y prensa, algunas obras se presentan por primera vez en Estados Unidos.

Stern y Coppola fueron una pareja creativa que exploraron en la década del 20 y 30 los nuevos lenguajes de la modernidad. Se conocieron en la escuela Bauhaus, se reencontraron en Londres, donde Stern tenía amigos y comenzó su serie de retratos a intelectuales y artistas (de ese tiempo es el famoso retrato a Brecht); y finalmente se casaron en 1935, viajando hacia Argentina. Llegaron a Buenos Aires trayendo las novedades europeas y el espíritu de experimentación y cambio artístico, crearon una nueva visión y alentaron las tendencias de apertura visuales que influyeron en las generaciones fotográficas posteriores de Argentina y de Latinoamérica.

Horacio Coppola en 1996
Horacio Coppola nació en Argentina el 31 de julio de 1906, en el seno de una familia italiana acomodada, él mismo contaba que su hermano lo inició en la vocación fotográfica, que desempeñó hasta su muerte acaecida el 18 de junio de 2012. Pertenece a la generación de fotógrafos que esperan merecido homenaje y que tal vez, debieron ser incorporados a la muestra: Alejandro Saderman y Annemarie Heinrich, a quien también conocí y tuve el placer de ser retratada por ella en mi época de actriz.

Coppola y Stern vivieron los años de la Vanguardia de los 30, la época de la Bauhaus en Alemania, los “ismos” plásticos de París, y luego en los 40, la actividad del Grupo Madi en Buenos Aires y de la Revista Sur, el movimiento de intelectuales y artistas como Xul Solar, Kosice, Victoria Ocampo, Romero Brest. Pasaron el gobierno del Peronismo y asistieron a los cambios tecnológicos y el advenimiento de la cámara digital. Vidas dedicadas al arte fotográfico y a la creación.

Coppola registró con sus fotografías la ciudad de Buenos Aires, urbe en transformación, imágenes únicas, donde nos da una visión de la calle Corrientes desde ángulos inesperados, por momentos abstracta, siempre audaz, relacionándolo como un Man Ray porteño.

En esta exposición, se pueden apreciar sus fotos tempranas del tiempo de la Bauhaus, de su viaje a Londres. Su trabajo de fotografías para el libro biográfico del escritor Evaristo Carriego por Jorge Luis Borges donde se exhibe la foto “Esquina en las antiguas orillas, Calle Paraguay al 2600”, evocación del Viejo Palermo. Sus trabajos para el libro de Arte Sumerio, del British Museum y del Louvre. (Realiza más tarde fotografías de las esculturas del artista brasilero Alejadinho, siendo precursor del a foto de arte).

Su actividad como cineasta con el filme “Asi nació el Obelisco”, el famoso monumento argentino que fue construido en 1936, ante el asombro de los porteños y que, actualmente, es ícono de la ciudad de Buenos Aires. Coppola fue fundador del Cine Club donde se pasaron filmes de grandes realizadores y se creó un interés por el cine que impulsó a la industria cinematográfica argentina. En sus años posteriores, Coppola se dedicó a la docencia y a viajar por el mundo, siempre con cámara en mano.

Grete Stern autorretrato
Grete Stern, nacida en Alemania el 9 de mayo de 1904, estudió en la Escuela de la Bauhaus, tuvo que emigrar dada su condición de judía y de ideología izquierdista. En Londres abrió un estudio pero al casarse con Coppola su destino la llevó a la Argentina. Ella misma se consideraba una fotógrafa argentina, ya que lo más importante de su carrera lo realizó en este país. Su casa era centro de reunión de intelectuales y artistas; Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Clement Moreau, Antonio Berni, Kosice, la visitaban y forman parte de su galería de retratos.

Divorciada, viajó por Sudamérica y Argentina, enseñó en la Universidad del Chaco, y registró con su cámara la población indígena. Dejó la fotografía por una enfermedad ocular y murió en 1999. Su legado ha sido incalculable, su exploración visual del cuerpo femenino, sus visiones surrealistas en la Serie de Sueños marcan un hito de la fotografía moderna. Cuando estas foto – collages – sueños- fueron publicados, en la Revista Idilio entre 1948 a 1951, desataron la controversia.

Testimonió los movimientos de vanguardia artísticos, entre ellos el Grupo Madi, alentó a las nuevas generaciones de fotógrafos, estimuló el desarrollo de la fotografía en el sector femenino, y estuvo siempre alerta ante los cambios y las nuevas visiones estéticas.

Agradecemos al MOMA, al Departamento de Fotografía y a las curadoras Roxana Marcoci y Sarah Meister, como asimismo, a los coleccionistas y al Consulado Argentino en New York, la realización de esta muestra que resalta la fotografía latinoamericana y recupera la percepción histórica del arte fotográfico argentino, en la celebración de estos dos grandes fotógrafos: Coppola y Stern, testigos sensibles y creativos de toda una época en el arte y la cultura nacional e internacional.

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