En el aniversario del 'Día de Internet'

Por Kepa Larrañaga

Aunque sería necesario esperar hasta el 25 de octubre de este año para ser precisos con el décimo aniversario del primr ‘Día de Internet’, los aniversarios no dejan de ser una emoción convocada, y a veces difieren de la fecha exacta. Esta iniciativa de la ‘Asociación de Usuarios de Internet’ ha sabido mantener y aumentar su nivel de convocatoria mundial el día 17 de mayo, tras la designación de la fecha en la ‘Cumbre de la Sociedad de la Información’ de Túnez en noviembre de 2005.

Estos diez años de celebraciones han sido un suma y sigue de acercamiento de Internet a la ciudadanía. Objetivo y propósito principal, con rotundo éxito, de esta efeméride… Pero les invito a realizar el siguiente ejercicio: ‘en su navegador preferente, escriba: ‘Día de la electricidad’; (elegimos éste aunque existen otras alternativas: ‘Día de los electrodomésticos’, ‘Día de la imprenta’, etc… a su imaginación). En el caso de la ‘electricidad’ puede ser significativo que las ‘webs’ que nos muestra el correspondiente algoritmo de búsqueda tienen que ver con las ‘tarifas del coste’ de la electricidad… por saciar mi curiosidad, aprovecho a realizar la búsqueda correspondientes de los otros supuestos ‘Día de…’, en el caso de los electrodomésticos las ‘webs’ que se muestran hacen referencia al ‘iva’ del coste del producto y en el caso de la imprenta, las ‘webs’ que se muestran hacen referencia a su producto: el libro.

De lo dicho, es de destacar sobre el ‘ecosistema doméstico’ que sería inaudita o totalmente minoritaria la opción ‘ludista’: reniego de la electricidad y de los artefactos eléctricos. Pues aunque siendo capaces de vivir utilizando las tecnologías arcaicas, las conocemos, el sistema vital requiere de la participación de muchos para la distribución de tareas y así poder conformar el ecosistema vital que sustentaba ese tipo de tecnología arcaica. Es curioso, dada nuestra forma de razonar, que la percepción social sobre el fuego es de un elemento propiamente humano. A pesar de existir este elemento en la naturaleza (un rayo puede provocar fuego), la apropiación de este tecnología se debió a la manera de gestionarlo o producirlo acorde a la necesidades humanas. En aquel preciso momento, durante el aprendizaje de su producción y gestión, era una ‘nueva tecnología’, cuando ahora se percibe como elemento cultural y mitológico.

La relación, a su vez, de ‘la parte por el todo’ hace ocultar ese todo. En el ‘ecosistema industrial’, entendiendo la imprenta como proceso industrial, hemos soslayado las dificultades técnicas del proceso para solo suponer su producto. La imprenta es un proceso industrial que parece soportarse sobre el libro como producto final, y no al contrario. Es drásticamente más importante lo que produce la lectura y muy poco significativo atender al valor de una profesión superada, la de impresor. A pesar de que producimos y demandamos cantidades ingente de información impresa en papel, el libro como producto del proceso de impresión no se percibe como ‘nueva tecnología’ tampoco el libro como ‘producto tecnológico’.

A partir de estos momento, pensad si Internet es imprescindible como ‘ecosistema digital’ y si Internet ha dejado de ser un producto en sí para ser un ‘sistema de producción’. ‘Ecosistema digital’ y ‘sistema de producción’ de sus productos relevantes, posiblemente para poder visibilizar esta parte o estas partes en la ausencia de la percepción del todo, Internet.

Sigo descubriendo numeroso público: lectores  y escritores, que se refieren a Internet como la ‘nueva tecnología’ y quienes piensan que ser ‘especialista en Internet o TIC’ sea una ventaja competitiva. La cibercultura es una manera de ‘hacer empresa’ y de ‘hacer sociedad’. Allá quien reniegue por postular al ‘premio de mayor Friki’ contra esta ‘nueva tecnología’.

Aunque los defensores de este ‘humanismo-friki’ han tomado recientemente conciencia de haber perdido o de estar perdiendo esta batalla, realmente se perdió hace tiempo. El ‘adn’ como producto de la relación con el ecosistema nunca fue solo humano, ésta fue una categoría ideada para justificar la cadena trófica, y que los humanos en este reino tenían derecho a comerse o simplemente matar injustificadamente animales. En España somos campeones en esta cultura de la matanza porque sí. Pero piensen que si la categoría para la ‘cadena trófica’ se construyó por la supuesta superioridad de inteligencia o de pensamiento, hemos ‘armado’ el referente cultural para que el próximo desarrollo del ‘adn digital’: la ‘inteligencia artificial’, sea razón de descender los humanos en la escala trófica del ‘reino de las máquinas’.

Habrá que perseguir nuevos propósitos para las siguientes ediciones del ‘Día de Internet’.

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