Visión integrada y para el cambio de Latinoamérica

Por Adriana Blanco

Quien ha conocido en Guatemala, la selva del Petén desde la cresta del Templo Mayor en Tikal, sabe de la belleza de este pueblo de origen prehispánico, cuyo símbolo es el Quetztal, pájaro de la libertad.

Alvaro Colom es hijo de esta tierra que conoce la sabiduría maya, ingeniero de profesión se enroló en la socialdemocracia; ocupó diversos cargos: ha sido viceministro de Economía, director general del Fondo Nacional para la Paz (FONAPAZ-91-97) y asumió la presidencia de Guatemala en el periodo 2008-2012.

Durante su gobierno creó diversos programas: Escuelas Abiertas, FOGUAVI, Servicio Social, PRONAM y otros. Escuelas Abiertas enfatizó la formación de niños y jóvenes; algunos guatemaltecos con quien he conversado, lo recuerdan como uno de los mejores programas educativos del país. En el programa La Familia Progresa dio apoyo financiero a las familias para su desarrollo, con Bolsa Solidaria se procuró eliminar la desnutrición; mas de diez programas fueron puestos en acción durante su gobierno, que luchó por estos aspectos sociales.

También, lidió con la incursión de los carteles de la droga en Centroamérica. Por causa de este ambiente delictuoso, murió en el territorio guatemalteco el cantautor argentino Facundo Cabral, en una balacera contra el empresario Henry Farina, quien lo llevaba en su auto, al aeropuerto al finalizar su gira musical.

El ingeniero Colom terminó su presidencia con críticas a raíz del divorcio de su esposa que aspiraba a la presidencia, Sandra Torres. No obstante, es uno de los pocos presidentes latinoamericanos que cesó su mandato sin intervenciones judiciales ni escándalos internacionales. Aunque ausente de la política, continúa trabajando en favor de la democracia, la justicia social y el desarrollo.

Su legado ha sido el permanente compromiso por la unión centroamericana, lograr la paz y la integración de la región. Actualmente, forma parte de Misión Presidencial Latinoamericana, asociación de expresidentes latinoamericanos que desean impulsar a la juventud a modelos de desarrollo y conciencia de liderazgo en el continente.

Lo abordamos en su paso por Miami a los Foros Internacionales organizados por Global Peace Foundation y Mision Presidencial Latinoamericana. En la entrevista que nos concedió, analiza la situación actual del continente y visualiza las perspectivas hacia un futuro de integrasionismo panamericano, sin ideologias partidistas y con la participación activa de los jóvenes lideres.

Álvaro Colom: Yo soy un fiel creyente que América Latina tiene en su signo, hacer algo importantisimo porque es un continente en paz, ahora con el acuerdo de Colombia[1]. Latinoamérica puede lograr altos objetivos, sin guerras que la desangren. Lamentablemente, veo estos movimientos políticos últimos…

Adriana Bianco: Se refiere al Socialismo del Siglo XXI…

AC: …han sido muy dispares, no han favorecido la gestión gubernamental. A mi, me tocó gobernar en una época con mucha armonía entre los distintos pensamientos, pero ultimamente, este fenómeno de atacar el sistema político y destruir sus institutiones ha llevado a América Latina ante un momento crítico, donde debe definir su historia y consolidar sus bases políticas y de gobierno. En esa definición está el meollo de nuestra fuerza, en las décadas futuras.

AB: Aunque haya acuerdos de paz en el continente, quedan secuelas de violencia, agresividad, atraso, corrupción, droga, inseguridad urbana, desempleo…

AC: En cuanto a la región, lo que se llama el triángulo norte: Guatemala, Honduras, El Salvador tenemos problemas muy serios de seguridad, violencia, drogas como usted menciona, pero hay todo un movimiento ciudadano que empuja, en el caso de Guatemala, a una reforma profunda del Sistema político y del Sistema de gobierno. En Guatemala, tuvimos una historia muy dura, de 36 años de lucha, fue una cancha de experimentos de la Guerra Fria, pero ahora estamos en un proceso de fortalecimiento.

AB: Con las guerras, las nuevas generaciones, perdieron la escolaridad, la educación se deterioró, no se avanzó hacia los cambios tecnológicos que exigía la sociedad…

AC: Definitivamente, la educación es fundamental. Sin educación no hay democracia, sin educación no hay futuro. Los avances educativos son avances para la nación. Nuestros países, sea por la circunstancia que fuera, tienen mucha deuda con la educación.

La falta de educación ha confundido al pueblo, que ha seguido líderes que sumieron a la gente en mas pobreza y han desviado el país del desarrollo. La educación es fundamental para nuestros países latinoamericanos.

AB: Europa se ha unido y a través de la Unión Europea ha formado un bloque para el desarrollo, el comercio, el intercambio técnico y científico. No cree que Latinoamérica deberia impulsar mas las alianzas, como Mercosur?

AC: Yo he predicado hace ya tiempo estos aspectos. El caso centroamericano es el caso mas antiguo de integración regional, pero se quedó en una integración económica y no se alentaron los aspectos político-sociales. Tenemos diferencias entre los partidos pero podemos conciliarlas, lo que falta es un programa enfocado en la región, con misiones integradas, a largo plazo, sostenibles.

Actualmente, solo tenemos ocurrencias según la circunstancia pero no hay planteamientos con objetivos a cumplir, ni coordinados, como tiene la Unión Europea.

Ellos llevan años de historia, no podemos compararnos, sin embargo, ahora la Unión Europea tienen el problema de Inglaterra que puede traer consecuencias al bloque.

A Latinoamérica le falta el concepto de integración y la voluntad de dejar de lado aspectos nacionalistas que pueden entorpecer ese proceso de unión, debemos pensar mas en la región sin perder la perspectiva nacional, pero enfocados hacia ese desarrollo integral.

AB: Estamos frente a un mundo diferente, pasaron los 60, la época revolucionaria. La tecnología avanza, la globalización nos empuja. ¿Cuál es el desafio de Latinoamérica?

AC: Eso es lo que nos preocupa, el mundo cambia y seguimos con ideologías que ya no van.

El mundo ha evolucionado, hace tan solo 12 años no existían las redes sociales, ahora se han convertido en un motor impresionante en nuestra sociedad. La humanidad, no había tenido una brecha generacional como la que vivimos ahora. La tecnología produjo un abismo generacional, no somos los adultos los que guíamos a los jóvenes, sino los jóvenes los que tienen las armas tecnológicas, las conocen, nacen con ellas, y nuestra generación no puede seguir ese ritmo. La comunicación ha cambiado con el celular. Hay un cambio generacional fuerte y profundo.

Hay que apoyar a los jóvenes para que diseñen el país que desean, para que superen las ideologias y diseñen ese mundo latinoamericano del futuro.

Hoy, son los jóvenes los que toman las decisiones, lo hacen ahora en Venezuela, salen a la calle, aunque el gobierno fue votado, tienen derecho a revocarlo ante la crisis que viven.

Cuba es otro caso, es el pueblo cubano el que debe tomar la decisión. Raul Castro me dijo que él se retiraba en el 2018 y eso va significar el cierre de una etapa. El cambio va a llegar.

Hay que dejar los espacios políticos y económicos a la juventud, formar líderes conscientes de los problemas sociales y ambientales. Poner mas armonía en la región, ahora que la paz finalmente ha llegado, dejar nuestras pasiones nacionalistas y empezar una Latinoamérica fuerte en desarrollo. Tenemos las posibilidades, hay que ponernos de acuerdo y hacerlo.

El mundo cambia y hay que subirse al cambio. Buscar inclusión para participar en ese movimiento de cambio hacia el futuro.

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