EDITORIAL / CSI y los Premios

La Corriente Sindical de Izquierda (CSI) ha puesto en su punto de mira los Premios Princesa de Asturias y lanza contra ellos todos sus recursos: los políticos –a través de su alianza con Podemos y sus diferentes marcas locales– y los sindicales –en los que la central aparece con su propio nombre–. Así, cuestiona las aportaciones municipales en Oviedo y en Gijón y convoca huelga en la RTPA –la televisión pública de Asturias, como se sabe... donde domina–.

Que en Asturias hay gente crítica con la Fundación Príncipe de Asturias se sabe desde hace décadas, como la hubo en su día contra el puerto de El Musel, contra Ensidesa... o contra la nueva gaita de Hevia. Pero también que ninguno de ellos tiene ni tuvo razón. Porque esta tierra vive del puerto gijonés y la fábrica avilesina, como la promocionan los monarcas o sus nuevas figuras: la reina Letizia, el piloto Fernando Alonso, el futbolista David Villa...

Así que el empeño de CSI contra los Premios no es sino una babayada de la que pretende beneficiarse el más pequeño de los contrincantes. Porque un principio de la Psicología Social enseña que la dimensión de aquél a quien consideres tu enemigo da idea de cuál es tu propia dimensión; y la Corriente trata de presentarse como un enemigo a la altura de la Fundación.

Aunque no lo es; en realidad, Podemos acabará convirtiéndose en una suerte de 'Pepito Grillo' en esta región si considera actuando contra sus votantes (como hizo en Gijón) y sus socios deberían deshacerse de ellos cuanto antes... Para escuchar una voz crítica basta y sobra con la del ovetense 'Rivi'.