EDITORIAL / La chispa de la vida

La empresa embotelladora en España de Coca-Cola deberá reincorporar en tres días a los extrabajadores, según una sentencia de la Audiencia Nacional que sigue la estela judicial de la declaración de sus despidos como nulos... aunque nadie sabe cómo va a hacer eso, cuando muchos de sus antiguos centros de trabajo ya no están operativos y es imposible que readmita a toda la plantilla recortada.

Así que la realidad demuestra que el despido es más fácil en España de lo que reconocen sus autoridades; aquí, la Justicia puede fijar un precio para la baja, pero no puede impedirla. De modo que echar del trabajo no es difícil, aunque aún no sea libre (en el sentido de gratuito); lo que habría que explicar a la ministra Báñez, que hizo una ley que sirve sólo para sustituir a los empleados de cierta edad por sus hijos, en condiciones contractuales muchos peores, y se ufana por ella.

Ése es el equipo con el que pretende pasar el verano Mariano Rajoy... y contra el que se rebelan muchos de sus barones territoriales, que perdieron por él sus sillones el 24M y que se incorporarán enseguida al Senado de España, para que no se queden en el paro ("el PP, el puto paro", decía la locutora Rosa María Mateo cuando fue despedida ella misma).

Pero 'Astures' no quería hablar hoy de política (ya tendrá ocasión...), sino de empleo. Y pedir para los empleados de Coca-Cola en su tierra una renegociación lo mejor posible del trabajo que ya han perdido. ¡Ojalá que sea así!

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