EDITORIAL / Menos SOMA

El nuevo Gobierno Asturiano es el gabinete con menos peso de la minería socialista en muchos años, lo que prueba que José Ángel Fernández Villa ha acabado con el sindicato en el que labró su poder gigantesco tras conocerse que tiene una fortuna opaca a Hacienda y alegal, lo que es intolerable en un personaje como él, que hizo de la integridad su seña de identidad... en realidad, integridad impostada (como sabe la gente con información), pero defendida por su guardia pretoriana, que siempre ocultó lo que no convenía conocer de él.

En cambio, es el primero en que un bablista es puesto en primera línea por los socialistas, lo que confirma una tesis que defiende este medio desde hace tiempo: que la escalada de Podemos y el mantenimiento de Izquierda Unida haría ganar peso al asturianismo en la agenda política de la región... lo que nadie sabe si es bueno o malo, pero al menos es distinto.

Como distinta será la política industrial y de empleo encabezada por Francisco Blanco de la que dirigía Graciano Torre. Y ésa es una gran noticia para una región que con el discurso de las Cuencas Mineras "alcanzó la cima de la miseria, partiendo de la nada" (por usar una frase del marxismo de Groucho, un recurso que no gusta a este medio pero sí a su público).

El caso es que –tras informar hoy al Rey– Javier Fernández empezará a trabajar con un equipo del que Asturias espera algo sensato y nuevo; al fin y al cabo, es el primero libre de presiones directas del SOMA. ¡Que tenga suerte!

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