EDITORIAL / Dineros
El Ayuntamiento de Gijón dispone de 26 millones de euros para gastar
este año (preferiblemente, antes de las elecciones de mayo –por supuesto–, si
su equipo de gobierno quiere ser reelegido) y de ellos una buena parte procede
de la subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, de donde se deduce que la
corporación gestiona como un tendero y no como debería hacer una institución
pública, que sólo debe cargar a los ciudadanos el coste estrictamente necesario
para sostener los servicios.
Algo parecido podría decirse de la Empresa Municipal de
Transporte, de la que se ufanó Foro hace poco porque ha ganado dinero este
año... lo que no debería ser en una empresa pública: si da beneficio es que no
presta el servicio para el que está creada o cobra demasiado por él.
Claro que estas cosas se aprenden en el primer cuarto de
hora de aprendizaje político y las gentes de Álvarez Cascos se
caracterizan por haber renegado de la 'res pública' durante toda su vida; al
contrario que su fundador, que lleva décadas viviendo de ella.
Lo que no saben los políticos de la realidad sí lo conoce, sin embargo, el ciudadano, que está tan agobiado por las circunstancias
económicas que muchos de ellos aceptan la declaración del IRPF que les hace la
Agencia Tributaria con tal de que les den pronto el dinero que les
corresponde... lo que el Estado hará pronto este año, claro, porque hay muchas
elecciones pendientes.
Aunque Benjamin Franklin dejó dicho hace tiempo:
"Se puede engañar a toda la gente parte del tiempo y se puede engañar a
parte de la gente todo el tiempo; pero no se puede engañar a toda la gente todo
el tiempo". También se aprende eso nada más llegar a la política, pero parece
que hay gente aquí que no lo sabe.
Comentarios
Publicar un comentario