EDITORIAL / Semanas buenas
Dicen los datos oficiales que la reciente Semana Santa no
fue en Asturias de pasión, en el sentido mundano del término, sino de bonanza
económica; aunque hay que preguntar a los comerciantes porque quien maneja la
información de referencia es la Política y ésta está empeñada en decir que lo
peor ha pasado en la economía de España.
Porque este es un año muy electoral y hay que impedir que el
electorado llegue a la urna rabiado, no vaya a ser que pegue una patada al
sistema y lo mande todo a tomar por el saco... de momento ya ha situado en
escena a Podemos y Ciudadanos, en los comicios de Andalucía. Y ahora toca votar
en los ayuntamientos y algunas comunidades autónomas.
Podemos es una agrupación de la izquierda utópica y Ciudadanos
una opción de la derecha pragmática. Se ponga como se ponga su base electoral,
es evidente que Mariano Rajoy es el político más mentiroso y más cínico que ha
tenido este país. Y que en capacidad intelectual no está muy por encima del
boborolo Rodríguez Zapatero, aunque hace menos pijadas que él porque la
Economía no está para aventuras.
De modo que la gente bien pensante busca una alternativa en
el modoso Albert Rivera, igual que el electorado inquieto se ha fijado en la
coleta de Pablo Iglesias. Pero los dos tienen problemas para afianzarse como
opciones de gobierno: el primero es catalán y buena parte de la derecha odia
todo lo que venga de aquella tierra; y el segundo no tiene gente a la altura
para sacar de Madrid su discurso regenerador (en Asturias, su caso es
paradigmático: está partido por la mitad por el tema del asturiano, que
interesa a muy poca gente aunque ése sea un 'personal ruidoso').
En cualquier caso, vienen semanas buenas en el discurso
oficial, que pintará de rosa la actualidad por las elecciones como ya ha hecho
con la Semana Santa. ¡Qué horror!
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