Digamos no
Por Julio Feo
Los que combatimos desde la acción sindical las tentativas
de Nicolas Sarkozy de desmantelar el derecho laboral en Francia, y su política de acoso contra las
organizaciones sindicales en las empresas, llamamos a votar François Hollande
para liberar a este país de su politica neoliberal, dictada por el Medef, la
organización patronal francesa. Desde su discurso de Le Bourget afirmando “mi enemigo es la finanza”, mucha
agua ha corrido y muchas promesas han sido traicionadas por el entonces
candidato y hoy jefe del Estado.
Sin embargo, la ley Macron supera ahora los límites de la ignominia, en la renuncia a toda política de izquierdas y en su sometimiento al Medef. Donde Sarkozy fracasó en su embestida brutal contra “les corps constitués” como denominaba a los sindicatos, el socialdemócrata Macrón está a punto ahora de lograrlo, de forma sibilina, bajo la apariencia de una consulta con parlamentarios y sindicatos.
La ley Macron engloba una serie de variopintas reformas -106 artículos de ley- que van de la desregulación de ciertos oficios como notarios, taxistas, o profesores de autoescuelas, la protección de las empresas frente al periodismo de investigación –un punto en el que ha dado marcha atrás, gracias a la protesta generalizada en nuestra profesión- hasta la apertura dominical de los comercios, pero lo que es más importante, una serie de leyes que desmantelarían el derecho laboral en Francia, uno de los más protectores de cuantos existen en nuestra vieja Europa y en el mundo.
Como subraya con vehemencia Gérard Filoche, la ley Macron se propone generalizar el trabajo dominical y el trabajo nocturno, neutralizar la acción de la inspección del trabajo, fragilizar la medicina laboral, facilitar los trámites de despidos, terminar con las elecciones prud’homales (magistratura del trabajo), única elección por sufragio universal abierta en este país a todos los asalariados, extranjeros o franceses. La Magistratura del trabajo (Conseil de Prud’hommes) es una instancia judicial partiraria en la que participan los representantes de los sindicatos y de la organización patronal. Una instancia absolutamente necesaria y que garantiza decisiones ecuanimes y justas en caso de conflicto laboral.
La ley Macron se propone también terminar con la aplicación del derecho penal en materia laboral, fragilizar la representación sindical en las empresas y hacer desaparecer los CHSCT.
Comité de higiene, seguridad y condiciones de trabajo
CHSCT es una instancia paritaria sindical y patronal, como el Comité de empresa, que se ocupa como su nombre indica de las cuestiones espécificas o relativas a las condiciones de trabajo, la seguridad y la salud de los trabajadores. Por haber sido durante varios años secretario del CHSCT de Radio Francia Internacional, me permito insistir por último en esta importante instancia que Macron quiere neutralizar, privándola de su capacidad de acción y de todo recurso ante los tribunales.
Las pericias solicitadas por el CHSCT, y su posibilidad de convocar la inspección del trabajo, persiguiendo a todo empresario que no respete la ley, son de una importancia capital como contrapeso social y sindical frente a las decisiones arbitrarias del empresario. La responsabilidad penal del Presidente Director General de la empresa puede ser cuestionada en esa instancia poco conocida por el más amplio público.
En los casos de suicidios de trabajadores en France Telecom, de acoso contra asalariados o delegados de personal, de planes de regulación de empleo injustificados e ilegales, de deterioración de las condiciones laborales que pongan en peligro la salud de los asalariados, de mudanzas o reorganización del espacio de trabajo, etc, etc, la vigilancia y la acción del CHSCT es primordial pues permite llevar ante los tribunales de manera eficaz a todo empresario que no respete la ley.
La inspección del trabajo, la Magistratura del trabajo (Conseil de Prud’hommes en Francia) primero, y el Tribunal Supremo si necesario en segundo lugar, son instrumentos de defensa que ofrece el derecho laboral francés a los trabajadores frente a toda decisión arbitraria, irregular, o ilegal del empresario. El CHSCT, su secretario y sus miembros electos son los garantes de esa acción.
El Medef, la patronal francesa, hace tiempo que quiere destruir y fragilizar el derecho laboral en Francia, pues la “modernidad” rima, según estos señores, con precariedad y arbitrariedad. El derecho laboral francés es y espero que seguirá siendolo, un buen ejemplo a seguir en la construcción de una Europa social y solidaria.
Como decía Raimon hace tantos años… Diguem No, digamos No… a Emanuel Macron. Colegas periodistas, asalariados o sindicalistas, la movilización es urgente y necesaria, pues como afirma el socialista Gerard Filoche “Macron es un Ovni propio del siglo XIX”, y esta ley retrógrada y derechista no servirá para crear ni empleo ni prosperidad, sino simplemente a precarizar todavía más el trabajo asalariado.
Sin embargo, la ley Macron supera ahora los límites de la ignominia, en la renuncia a toda política de izquierdas y en su sometimiento al Medef. Donde Sarkozy fracasó en su embestida brutal contra “les corps constitués” como denominaba a los sindicatos, el socialdemócrata Macrón está a punto ahora de lograrlo, de forma sibilina, bajo la apariencia de una consulta con parlamentarios y sindicatos.
La ley Macron engloba una serie de variopintas reformas -106 artículos de ley- que van de la desregulación de ciertos oficios como notarios, taxistas, o profesores de autoescuelas, la protección de las empresas frente al periodismo de investigación –un punto en el que ha dado marcha atrás, gracias a la protesta generalizada en nuestra profesión- hasta la apertura dominical de los comercios, pero lo que es más importante, una serie de leyes que desmantelarían el derecho laboral en Francia, uno de los más protectores de cuantos existen en nuestra vieja Europa y en el mundo.
Como subraya con vehemencia Gérard Filoche, la ley Macron se propone generalizar el trabajo dominical y el trabajo nocturno, neutralizar la acción de la inspección del trabajo, fragilizar la medicina laboral, facilitar los trámites de despidos, terminar con las elecciones prud’homales (magistratura del trabajo), única elección por sufragio universal abierta en este país a todos los asalariados, extranjeros o franceses. La Magistratura del trabajo (Conseil de Prud’hommes) es una instancia judicial partiraria en la que participan los representantes de los sindicatos y de la organización patronal. Una instancia absolutamente necesaria y que garantiza decisiones ecuanimes y justas en caso de conflicto laboral.
La ley Macron se propone también terminar con la aplicación del derecho penal en materia laboral, fragilizar la representación sindical en las empresas y hacer desaparecer los CHSCT.
Comité de higiene, seguridad y condiciones de trabajo
CHSCT es una instancia paritaria sindical y patronal, como el Comité de empresa, que se ocupa como su nombre indica de las cuestiones espécificas o relativas a las condiciones de trabajo, la seguridad y la salud de los trabajadores. Por haber sido durante varios años secretario del CHSCT de Radio Francia Internacional, me permito insistir por último en esta importante instancia que Macron quiere neutralizar, privándola de su capacidad de acción y de todo recurso ante los tribunales.
Las pericias solicitadas por el CHSCT, y su posibilidad de convocar la inspección del trabajo, persiguiendo a todo empresario que no respete la ley, son de una importancia capital como contrapeso social y sindical frente a las decisiones arbitrarias del empresario. La responsabilidad penal del Presidente Director General de la empresa puede ser cuestionada en esa instancia poco conocida por el más amplio público.
En los casos de suicidios de trabajadores en France Telecom, de acoso contra asalariados o delegados de personal, de planes de regulación de empleo injustificados e ilegales, de deterioración de las condiciones laborales que pongan en peligro la salud de los asalariados, de mudanzas o reorganización del espacio de trabajo, etc, etc, la vigilancia y la acción del CHSCT es primordial pues permite llevar ante los tribunales de manera eficaz a todo empresario que no respete la ley.
La inspección del trabajo, la Magistratura del trabajo (Conseil de Prud’hommes en Francia) primero, y el Tribunal Supremo si necesario en segundo lugar, son instrumentos de defensa que ofrece el derecho laboral francés a los trabajadores frente a toda decisión arbitraria, irregular, o ilegal del empresario. El CHSCT, su secretario y sus miembros electos son los garantes de esa acción.
El Medef, la patronal francesa, hace tiempo que quiere destruir y fragilizar el derecho laboral en Francia, pues la “modernidad” rima, según estos señores, con precariedad y arbitrariedad. El derecho laboral francés es y espero que seguirá siendolo, un buen ejemplo a seguir en la construcción de una Europa social y solidaria.
Como decía Raimon hace tantos años… Diguem No, digamos No… a Emanuel Macron. Colegas periodistas, asalariados o sindicalistas, la movilización es urgente y necesaria, pues como afirma el socialista Gerard Filoche “Macron es un Ovni propio del siglo XIX”, y esta ley retrógrada y derechista no servirá para crear ni empleo ni prosperidad, sino simplemente a precarizar todavía más el trabajo asalariado.
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