EDITORIAL / Ligeros de equipaje

La ciudadanía llega a las sucesivas elecciones de este año convencida de que la virginidad en cuestiones políticas es una virtud. Pero lo que quiere decir es que sería una virtud elegir representantes políticos sin cargo previo, no sin experiencia. Porque la bisoñez no es una virtud en política, igual que no lo es en cualquier otra actividad. Y el hecho de que no se haya tenido cargo tampoco es una garantía.

Algunas de las novísimas ofertas concurrirán a las elecciones con resabiados de la política que nunca ocuparon un cargo público. Y otras tienen en sus filas gente que ha tenido responsabilidades con administraciones de distinto color. Así que es obvio que la experiencia previa y la ideología política pueden ser virtudes o defectos, según la persona a la que se refieran.

De modo que valorar a los políticos exige un esfuerzo de información y conocimiento que no se puede ventilar con maximalismos del tipo "todos los políticos son iguales" o "necesitamos gente nueva". Porque esas consideraciones generales suelen llevar a conclusiones erróneas. Aunque son mucho fáciles de alcanzar que las reflexiones meditadas.

Pero nadie dijo que ser un buen ciudadano y crecer como elector informado sean algo fácil... para empezar, uno debe elegir bien por dónde se informa y qué medios sigue.

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