Marilyn estaría contenta
Por En Cierta Medida
Les propongo pasar la tarde viendo cine clásico en TCM, pero
antes tienen que leer 'Diosas del celuloide' (Ediciones Jaguar), coordinado por
María del Carmen Rodríguez Fernández, un finísimo y profundo estudio
sobre los arquetipos de género en el cine clásico que cambiará su mirada.
Los libros de cine se distinguen por prestar atención a los
músculos, interesarse por el esqueleto o estudiar las vísceras de las
películas. Los libros de cine musculosos prestan atención a la parte técnica,
los libros de cine esqueléticos se interesan por el guion y por las
circunstancias que hicieron posible a tal o cual película, y los libros de cine
viscerales son libros que estudian las tripas de las películas y el corazón de
los espectadores. Los estupendos libros de José Luis Garci, por ejemplo,
son muy viscerales. Pero 'Diosas de celuloide' es un libro algo visceral,
bastante musculoso y, sobre todo, muy, muy, muy forense. Muy de Grissom,
el criminalista y experto entomólogo de la serie 'CSI'.
Sólo Grissom podría decir que 'La reina
Cristina', protagonizada por la divina Greta Garbo, es una película
sobre la representación del poder y el poder de la representación que habla del
triunfo del individuo como mujer, tanto si pensamos en la historia de Greta
Garbo como si pensamos en la de esta versión de la reina Cristina.
Sólo Grissom podría caer en la cuenta de que
si algo se hace patente en 'Casablanca' es la ausencia absoluta de una
comunidad femenina: Ilsa existe como producto y en función de los hombres, y
las demás mujeres son visiones fugaces, están a merced de los hombres en su
huida (el comercio sexual del capitán Renault) o en los
sentimientos (Yvonne, hacia quien la frialdad de Rick raya
en la violencia). Los personajes masculinos, sin embargo, desempeñan un
complicado ajedrez entre sí, donde las mujeres son los objetos de intercambio.
Este análisis no es musculoso, no es esquelético, ni visceral. Es forense.
Puede que ustedes sepan muchas cosas del músculo, el esqueleto
o las vísceras de 'Rebeca', la maravillosa película de Hitchcock, pero
el microscopio de Grissom transforma el final de la película,
porque cuando Joan Fontaine se convierte finalmente en la señora De
Winter y es abrazada por su marido, en ese momento pierde toda
posibilidad de articulación como mujer. Supongo que recordarán la escena en la
que Joan Fontaine copia el vestido de Rebeca para el baile
de disfraces y Maxim, su marido, se enfada. ¿Por qué se enfada?
No porque le recuerde a Rebeca, sino porque en esa fiesta Maxim
va a presentar a sus amistades a su nueva esposa y necesita mostrar su
último trofeo, una esposa sumisa y dócil, no una réplica de Rebeca,
la mujer que había desautorizado su masculinidad. Después de leer 'Diosas del
celuloide', Rebeca me cae mejor.
¿Han visto 'Cantando bajo la lluvia'? ¿A quién puede caerle
bien Lina Lamont, con esa horrible voz y su no menos horrible
comportamiento? Pero también podemos ver a Lina como una mujer
subversiva que ha escapado del control masculino.
No es que niegue el valor de los libros musculosos,
esqueléticos y viscerales, sino que sostengo que después de leer esos libros
hay que leer libros forenses como 'Diosas del celuloide'. Y digo después, y no
antes, porque un libro como éste exige que el lector sepa algo de anatomía
cinematográfica. No es, entonces, un libro de iniciación, no es un manual de
autoayuda cinéfila, no es una brújula, ni un mapa; es un libro de microscopio,
de bisturí, de polen escondido en los pliegues de los fotogramas, de restos de
sangre en inmortales imágenes en blanco y negro. Un libro que convierte a Marilyn
Monroe, mujer interesante e icono cultural del siglo XX, en objeto de
estudio. Marilyn estaría contenta.
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