Barbaridades
Por Joaquín del Río
Me sobrecogen las barbaridades que comete el Estado Islámico
en los territorios que domina, pero no me extrañan porque conozco la Historia y
sé que el ser humano hace eso.
Destruir vestigios de civilizaciones anteriores es lo que
hicimos los españoles cuando llegamos a Latinoamérica, con las culturas Inca,
Maya, Azteca, etcétera; tirar a un gay desde la azotea es una broma comparado
con lo que les hacía Franco y la decapitación hubiera sido un sueño para cualquiera de las víctimas de los nazis... por citar.
Pero la cosa no es igual porque los amenazados por los
radicales musulmanes somos los occidentales y cristianos, que es el grupo que
domina el mundo. Y ahí surge la diferencia: ayer mismo, los medios informaban
de que Rusia, Irlanda, Polonia, Portugal, Italia y España son los países en los
que más se discrimina a la mujer de todo Occidente... y eso quiere decir que al
sexo femenino se le desprecia más en los países católicos que en los protestantes.
Y eso no es extraño, porque si hay algo que denigra a la
mujer es la Iglesia de Cristo, de la que Saulo de Tarso expulsó a media
Humanidad, aunque éste es un jardín en el que no me voy a meter porque ofende a
mucha gente, incluidos algunos amigos míos que llaman San Pablo al personaje.
Así que me uno a la hipocresia de los míos y hago oídos
sordos a mi Historia, para proclamarme acongojado por las barbaridades que
comete ISIS y pedir a la ONU que intervenga contra ellos.
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