EDITORIAL / Una estación para Gijón
Asociaciones y entidades de Gijón se echaron ayer a la calle
para exigir una estación como la que necesita la ciudad, que siendo la más
poblada de Asturias (con diferencia) tiene un chamizo provisional para los
trenes y una ruina inoperativa para los autobuses. Pero la historia de esta
deficiencia es larga, así que hay que recordarla.
La ciudad creó hace trece años una sociedad llamada 'Gijón
al Norte' para dilucidar el asunto. Una obra semejante necesita dinero y estaba
previsto que éste saliera de la burbuja inmobiliaria, pero llegó la crisis, y
ahora sólo puede proceder del Estado. Las inversiones del Estado las
decide cada gobierno y el de ahora es del Partido Popular, que no puede aspirar
a tener en la ciudad buenos resultados con la que ha montado, así que el PP
dirige el dinero a otros sitios: muy significamente, León y Vigo, ya que en la
primera puede ganar y en la segunda se la juega la ministra.
De modo que Fomento ha decidido condenar a la primera ciudad
asturiana al desaire en sus aspiraciones... y las organizaciones de vecinos se
resisten, aunque tienen poco que hacer, porque después de años adormeciendo la
opinión pública han perdido el poder de movilizarla.
Por eso ayer sólo salieron a la calle en Gijón los partidos
políticos (que tienen elecciones en dos meses, no se olvide) y unos pocos
ciudadanos, pese a que la inexistencia de una estación decente en una localidad
de casi 300.000 habitantes es un escándalo. ¡En el pecado llevan los políticos la
penitencia!
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