El hundimiento del 'TiPPanic'
Por Manuel Pascua
Siddharta dijo que el odio es como tomar
veneno y esperar que muera el otro. Es lo que pasa dentro del Partido
antiPPático. De pronto, Carmena es filoterrorista, Oltra una bolchevique
peligrosísima y Ada Colau una maoista de la peor especie.
Estamos ante un boxeador sonado que se
pone bravucón con quien le está machacando en buena lid. Rajoy, que no ve la
realidad ni aunque se le aparezca en forma de partido de fútbol, analiza la
bofetada de tres millones de votos que se le han ido y las tres conclusiones a
que llega son, [que deben ser] “más próximos, cercanos y comunicar más con los
españoles”.
Aguirre intenta ser la Reina del poblado
manchego y se erige en muñidora de pactos imposibles a izquierda y derecha
primero para aislar a Carmena y luego concederle su perdón aristocrático si la
exjueza renuncia a ser quién es y a las ideas que la han llevado a ser la
alcaldesa in pectore de los madrileños.
Rajoy, tras sus sandeces en directo y
afirmar que está “mucho” contento con su partido y su gobierno, ve como Bauzá
(44), Fabra (51), Feijoo (53) y Herrera (59) le empiezan a decir que se tiene
que ir, que el partido se está hundiendo básicamente por su culpa y su nula
visión de la jugada y que, si no se va él, se van ellos.
Rajoy encuentra la salida tonta de decir
que se van por una decisión secreta que él tomó en Moncloa en algún momento del
siglo XXI y que se “comunica” cuando se produce. Es lo que suele pasar cuando
uno alimenta el espíritu de lecturas tan provechosas como el diario 'Marca'.
A este hombre, que empieza a dar más
lástima que pereza, ya solo le apoyan colaboradores de su tamaño intelectual:
Cospedal, Sánchez Camacho, Alonso y Hernando. Es, más o menos, como si los
bedeles de la universidad se sintieran catedráticos solamente porque saben
abrir puertas y ventanas.
Yo, que ni por lo más remoto estoy por
salvar al PP de nada y menos de sí mismo, espero que Arriola, los recién
citados y la campeona mundial de 'Candy Crash' sigan en sus puestos o hasta ganen
poder interno porque es lo mejor que nos puede pasar a los demás en este
semestre escaso que queda hasta las generales. Si el PP sigue campando por sus
fueros y Rajoy sigue siendo el dedo de Dios sin infalibilidad, en Noviembre los
españoles conseguiremos recuperar el gobierno, el parlamento, la judicatura y
demás instituciones para bien de la ciudadanía y la democracia.
No sé en qué pararán los pactos
municipales y autonómicos; la lógica parlamentaria augura que el PP se va a
comer los mocos en casi todas partes, pero nunca se sabe: puede que C’s no sea
capaz de aguantar presiones internas y externas y decida ayudar al PP a
mantener su estructura de N’Draghetta por todo el territorio nacional. Sería lo
mejor que podría pasarle a Rajoy y lo peor para C’s que se convertiría en un
mal sucedáneo de los corruptos y perdería todo el apoyo que hasta ahora ha
conseguido.
Yo, como millones de españoles, deseo una
derecha civilizada en España -por demócrata, nunca por ideología- y sabemos que
no vendrá de la mano de un PP incapaz de luchar por los españoles, de empatizar
con los 800.000 hogares sin ingreso alguno o con los cinco millones de parados
o con la nueva clase del Precariado que han construido a base de gobernar para
mayor gusto de la CEOE y los bancos, o con los enfermos crónicos a los que se
les niega pan, sal y medicinas. Rajoy no solo es el peor presidente de gobierno
de Europa ('Financial Times' dixit), es también el niño destructivo que rompe
cuanto toca, como el PP, y encima creer que lo han roto otros.
Pero chist, que no se enteren, que sigan
así, prepotentes, insensibles, ciegos a la realidad y embebidos de su propia
miseria intelectual. Esto más la ola social que recorre España de Este a Oeste
y de Sur a Norte hará que los ciudadanos los castiguemos y, tras doce años y un
día de oposición, o se hayan regenerado seria y profundamente o, simplemente,
hayan desaparecido.
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