EDITORIAL / Debemos
Los círculos locales de Podemos darán la Alcaldía de Oviedo
a la izquierda, pero racanean un acuerdo similar en Gijón, donde les molesta
más apoyar al socialista José María Pérez que permitir que gobierne la derecha
más reaccionaria. Y no es de extrañar porque la gente de Pablo Iglesias tiene
aquí dos almas: en la capital procede de los círculos sociales de La Madreña y
en la ciudad más poblada está dominada por la Corriente Sindical de Izquierdas,
que odia más que a ninguna otra cosa a lo que denomina PPOE.
Aunque la posición de Mario Suárez Fueyo deberá ser
ratificada en un referéndum popular, de modo que puede haber sorpresas: porque
la derecha movilizará a su gente para evitar que mande Josechu, pero éste no
está tan mal visto por la izquierda social como por los cuadros de Podemos.
La posición de Fueyo se basa en que la suma de su opción más
Izquierda Unida supera en concejales a los socialistas, luego son estos los que
deberían sumarse al frente de la izquierda y no al revés; pero es un argumento
torticero porque las dos candidaturas no fueran juntas a los comicios, sino por
separado.
Si Xixón e IU hubieran presentado una lista conjunta,
probablemente habrían ganado las elecciones municipales, pero no lo hicieron. Y
esa decisión política carece de vuelta atrás, así que debe tener algún coste.
Y éste se traduce en que las huestes de Íñigo Errejón no
hagan lo que pueden, sino lo que deben. Como ha hecho toda la dirección
madrileña de IU, que ha dimitido en bloque por sus errores de cálculo.
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