Así llegó el PP a la Alcaldía de Madrid
Por Santiago Herrero
Terminados ayer los nombramientos de
alcaldes, el PP continuará con su actitud de “indignación democrática” hasta
que se sustancien los gobiernos autonómicos. Como en los ayuntamientos,
seguirán con su hipócrita demanda de que gobiernen las listas más votadas.
Algunos ejemplos de lo acaecido en el
pasado se han publicado en los medios o se han citado en las tertulias. Pero no
he visto ni escuchado que nadie recuerde el miserable detalle de cómo el PP llegó a gobernar el Ayuntamiento de Madrid.
Recordemos: elecciones municipales de
1987. El PSOE de Juan Barranco, con 24 concejales, es la lista más votada; pero
los 3 concejales de IU no le permiten obtener la mayoría necesaria para
gobernar. En un acto de una bajeza moral
absolutamente incalificable, el PP ofrece la alcaldía al moribundo candidato
del CDS (Rodríguez Sahagún, 8 concejales) en el conocimiento de que el
exministro de Defensa no iba a llegar vivo a la mitad de su mandato.
En efecto, la muerte de Rodríguez Sahagún, dos años después, dio la alcaldía a Álvarez del Manzano, quien puso en marcha el
rodillo propagandístico del PP que ha llegado hasta hoy. Durante sus mandatos
sufrió Madrid los mayores atentados estéticos y patrimoniales que se recuerdan
desde los tiempos de 'Carnicerito de Málaga'.
Eso sí, precediendo a otro insigne
correligionario, puso a la capital de España bajo la protección de la Virgen de
Lourdes: el presupuesto municipal pagó su peregrinación al santuario francés,
la de su mujer y la de su criada, así como las limosnas y las 'chuches' compradas
en la famosa cueva.
Llevado que fue a juicio por
malversación, la ejemplar sentencia, sin duda redactada por un juez también
devoto de María, le absolvió porque –aun reconociendo que no debía haber pagado
aquellos gastos privados con dinero público– lo había hecho “de buena fe”.
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