El futuro de Grecia
Por Joaquín del Río
La Unión Europea y Grecia disputan una partida sobre el futuro de este país que, en realidad, debería preocupar a todos los europeos. Porque sobre el tablero están la continuidad del proyecto del euro y el futuro de Europa como unidad política.
Y ante este debate hay dos posturas: la de los intransigentes del Norte y la de los tramposos del Sur. A nadie le gusta verla así, pero ésa es la realidad: ¿Es Europa el continente de los protestantes serios o el de los católicos mentirosos? Y resulta que es las dos cosas... y también la tierra del laicismo.
Me sorprendió ayer mi sobrino cuando me preguntó por el Budismo, del que sabe que es una forma de vida y no una religión (como cree mucha gente). De modo que comprendí que la gente de hoy sabe más del mundo que la de hace décadas; así que Grecia es ya más que el sirtaki, el hogar de los Onassis y el país de la mussaka; de manera que hay que estar al tanto de lo que pasa allí, más allá de cualquier debate sobre religión, historia, etcétera.
Porque lo que se juega no es un partido territorial, religioso o económico, sino de clase; y lo que está en el aire es si toda la población tiene derecho a vivir sin preocupaciones o sólo ha de hacerlo la que pueda pagárselo.
Entretanto, el principal beneficiario es la Rusia de Vladimir Putin... ¡Vaya por dios!
La Unión Europea y Grecia disputan una partida sobre el futuro de este país que, en realidad, debería preocupar a todos los europeos. Porque sobre el tablero están la continuidad del proyecto del euro y el futuro de Europa como unidad política.
Y ante este debate hay dos posturas: la de los intransigentes del Norte y la de los tramposos del Sur. A nadie le gusta verla así, pero ésa es la realidad: ¿Es Europa el continente de los protestantes serios o el de los católicos mentirosos? Y resulta que es las dos cosas... y también la tierra del laicismo.
Me sorprendió ayer mi sobrino cuando me preguntó por el Budismo, del que sabe que es una forma de vida y no una religión (como cree mucha gente). De modo que comprendí que la gente de hoy sabe más del mundo que la de hace décadas; así que Grecia es ya más que el sirtaki, el hogar de los Onassis y el país de la mussaka; de manera que hay que estar al tanto de lo que pasa allí, más allá de cualquier debate sobre religión, historia, etcétera.
Porque lo que se juega no es un partido territorial, religioso o económico, sino de clase; y lo que está en el aire es si toda la población tiene derecho a vivir sin preocupaciones o sólo ha de hacerlo la que pueda pagárselo.
Entretanto, el principal beneficiario es la Rusia de Vladimir Putin... ¡Vaya por dios!
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