La ruina de la belleza
Por En Cierta Medida
Qué prisas. Televisiones, radios, periódicos y colas del pan estaban hasta hace poco llenas de profetas que anunciaban el fin de la Era Culé y el regreso al orden natural de las cosas, que incluye la personalidad inviolable de Ronaldo, la consideración del juego resultadista como una de las bellas artes y la vuelta de Aznar, el hombre-medicina que otorga la baraka al equipo liderado por el espíritu de Juanito. Bien. Es posible que el Barça no gane la temporada que viene los tres grandes títulos. Es posible que Alves necesite un descansito en Marina D´Or. Es posible que ningún sustituto de Xavi le llegue a Xavi a la suela de las botas. Es posible que la borrachera de títulos provoque un año de resaca. ¿Y qué? Este Barça siempre será bello.
Una vez le preguntaron al gran escultor Augusto Rodin: “¿Existe algo más bello que la belleza misma?”. Y el autor de 'El pensador' contestó: “Sin duda; más bella que la belleza es la ruina de una belleza”. Las ruinas del Coliseo son más bellas que el Coliseo. Las ruinas del templo de Amón en Karnak son más bellas que el templo de Amón. Las ruinas del Partenón son más bellas que el Partenón. La arruga es bella.
El fútbol arrugado de un Barça quizás borracho de gloria será bello por sus cicatrices, por sus lagunas y por la grandiosa atmósfera que se crea cada vez que Messi levanta la cabeza. Si finalmente el Barça no gana ningún título la temporada que viene, será hermoso pasear por las ruinas del Coliseo, admirar la altura imposible de las columnas del templo de Amón y llorar ante los restos rotos y perfectos de la Acrópolis.
Y a lo que íbamos. 'Los Simpson' no es una serie decadente porque, si se miran bien, las ruinas de los últimos capítulos de 'Los Simpson' pueden ser todavía más bellas que el recuerdo de los primeros capítulos. No todas las series pueden decir lo mismo. Qué prisas. Qué ganas de enterrar al Barça. Qué ganas de enterrar a 'Los Simpson'. Qué desprecio a las ruinas de la belleza.
Qué prisas. Televisiones, radios, periódicos y colas del pan estaban hasta hace poco llenas de profetas que anunciaban el fin de la Era Culé y el regreso al orden natural de las cosas, que incluye la personalidad inviolable de Ronaldo, la consideración del juego resultadista como una de las bellas artes y la vuelta de Aznar, el hombre-medicina que otorga la baraka al equipo liderado por el espíritu de Juanito. Bien. Es posible que el Barça no gane la temporada que viene los tres grandes títulos. Es posible que Alves necesite un descansito en Marina D´Or. Es posible que ningún sustituto de Xavi le llegue a Xavi a la suela de las botas. Es posible que la borrachera de títulos provoque un año de resaca. ¿Y qué? Este Barça siempre será bello.
Una vez le preguntaron al gran escultor Augusto Rodin: “¿Existe algo más bello que la belleza misma?”. Y el autor de 'El pensador' contestó: “Sin duda; más bella que la belleza es la ruina de una belleza”. Las ruinas del Coliseo son más bellas que el Coliseo. Las ruinas del templo de Amón en Karnak son más bellas que el templo de Amón. Las ruinas del Partenón son más bellas que el Partenón. La arruga es bella.
El fútbol arrugado de un Barça quizás borracho de gloria será bello por sus cicatrices, por sus lagunas y por la grandiosa atmósfera que se crea cada vez que Messi levanta la cabeza. Si finalmente el Barça no gana ningún título la temporada que viene, será hermoso pasear por las ruinas del Coliseo, admirar la altura imposible de las columnas del templo de Amón y llorar ante los restos rotos y perfectos de la Acrópolis.
Y a lo que íbamos. 'Los Simpson' no es una serie decadente porque, si se miran bien, las ruinas de los últimos capítulos de 'Los Simpson' pueden ser todavía más bellas que el recuerdo de los primeros capítulos. No todas las series pueden decir lo mismo. Qué prisas. Qué ganas de enterrar al Barça. Qué ganas de enterrar a 'Los Simpson'. Qué desprecio a las ruinas de la belleza.
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