Editorial / Lecciones de unas muertes

El crimen de San Juan de La Arena es de una abyección difícil de entender; pero también es el reflejo de que algunas cosas no funcionan como debieran... si cualquier mujer es capaz de empapelar a su pareja con falsas denuncias de maltrato, ¿cómo pudo esta madre ver denegada la orden de alejamiento del asesino que ha matado a sus hijas?

La popular Carmen Maniega y al socialista Guillermo Martínez estaban ayer en un acto de repulsa y es inevitable preguntarse si sus partidos no pueden hacer más de lo que hacen contra esta lacra. Y puede que no;  porque quizá el mal es tan humano como el bien, en cuyo caso la Humanidad estará condenada a estremecerse con estas cosas cada cierto tiempo.

Pero, incluso así, no se entiende cómo la Administración de Justicia puede fallar tan clamorosamente. El asesino acababa de volver a Asturias tras enterarse de que su expareja había rehecho su vida. Y ésta había advertido: "Éste vuelve para hacer algo gordo". Así que alguien debería haber tomado unas precauciones que no tomó.


Cada vez que pasa algo asi, la gente mira al cielo deseando que no vuelvan a repetirse. A ver si es verdad esta vez...

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