Una recomendación
Por Victoria Toro
Gracias a ustedes y a 'Astures' por la
comprensión y por la espera. La semana pasada fue algo caótica y eso me impidió
cumplir con mi cita semanal con ustedes. Mis disculpas. Una vez superado el
caos que provoca una mudanza, aquí estoy de nuevo.
Me he trasladado a vivir a un pueblo
cercano a Nueva York, en el valle del Hudson. El lugar es espectacularmente
bello, sobre todo en otoño. Pero además tiene historia. Y eso es lo que voy a
contarles hoy. Al día siguiente de trasladarme aquí descubrí que uno de sus
habitantes ilustres fue Martin Gardner.
Para aquellos que no le conozcan les
contaré que Gardner fue uno de los divulgadores científicos más populares de
Estados Unidos. Durante casi treinta años, desde 1957 hasta 1981, escribió la
columna mensual de acertijos matemáticos en la revista 'Scientific American', una
columna que consiguió hacer las matemáticas atractivas para miles de personas.
Me gustan los matemáticos, así que me encanta Gardner. Pero es que además,
Martin Gardner destacó por otra de sus ocupaciones: durante toda su vida luchó
incansablemente contra las seudociencias.
“Son demasiado escasas las personas
lúcidas y valientes que están dispuestas a defender el sentido común y la
ciencia. Uno de los mejores, de los más serenos y el más indomable es Martin
Gardner”, dijo de él Asimov. En esa cita olvidó Asimov otra de las
características de Gardner que me parecen impagables: sus escritos son de una
brillantez enorme. Leerle es un placer porque consigue que entiendas cosas que
parecían incomprensibles y lo hace no solo fácil sino divertidísimo.
Es muy saludable leer a Gardner. Aquellos
que están interesados en las matemáticas y la ciencia descubrirán en sus
artículos una fuente inagotable de placer. Pero también para los que nunca se
han interesado por la ciencia, Martin Gardner es una recomendación interesante
porque Gardner enseña la importancia de pensar por uno mismo. El pensamiento
crítico que defiende Gardner frente a las mentiras pretendidamente científicas
es muy útil para todos los aspectos de la vida. Pensar por uno mismo y detectar
los fraudes, no solo los seudocientíficos, es una buena forma de vivir. Lean a
Gardner, disfrutarán, aprenderán y estarán más preparados para detectar las
mentiras.
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