Fantasías televisadas
Por Joaquín del Río
Está España escandalizada con las revelaciones del llamado
'Pequeño Nicolás', un personaje que se llama Fran y que anda de medio en medio
contando que tiene secretos de Estado cuyo conocimiento podría poner en peligro
las instituciones de España.
Estas cosas se hacen en todos los países del mundo cuando
las cosas se ponen feas para el mandatario de turno: la dictadura argentina
declaró la guerra de las Malvinas, el dictador filipino Ferdinand Marcos
'descubrió' una tribu que no había tenido contacto con los seres humanos (los tasaday se llamaban... algún lector los recordará),
Franco decía estar evitando que una confabulación judeo-masónica se adueñara de
España, etcétera.
Y el país está ahora desbordado porque una hermana del rey
está a punto de ser procesada por la Justicia, mientras su marido tiene pocas
posibilidades de no acabar en prisión; así como Juan Carlos de Borbón se niega
a conceder el divorcio a Sofía de Grecia, para no tener que repartir con ella
su fortuna –es lo que tiene casarse con un rey, que una no se puede divorciar
si él no quiere; a Letizia Ortiz le pasa lo mismo–.
Así que aparece este niñato (apadrinado por Carlos García
Revenga, que fue veinte años asesor de las hermanas de Felipe VI cuando eran
infantas) y dice en televisión que trabaja para el Gobierno, la Inteligencia
Militar, la Casa Real... con 20 años ¡Ni el autor de 'El Código da Vinci'
hubiera imaginado una historia semejante!
Lo ha hecho Telecinco, esa cadena de Silvio Berlusconi
especializada en hacer pasar por información la peor bazofia televisiva. Y la
gente se lo traga. Así que –aunque sea impopular decirlo– recojo una idea de mi estimado J.J. para decir que
si hay televisión basura es porque hay telespectadores basura. ¿Qué le vamos a
hacer?
NOTA.– Anda el periodismo de Madrid revuelto por unas imágenes de Terelu Campos subidas de tono que están a punto de hacerse públicas. Y no voy a ser yo quien reproche que cada uno se haga en la intimidad las fotos que quiera; pero sí quiero recordarle a la hija de mi colega María Teresa que la mejor forma de evitar que salgan instantáneas tuyas que no quieres es no hacértelas.
NOTA.– Anda el periodismo de Madrid revuelto por unas imágenes de Terelu Campos subidas de tono que están a punto de hacerse públicas. Y no voy a ser yo quien reproche que cada uno se haga en la intimidad las fotos que quiera; pero sí quiero recordarle a la hija de mi colega María Teresa que la mejor forma de evitar que salgan instantáneas tuyas que no quieres es no hacértelas.
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