Vertederos de amor
Por En Cierta Medida
Puede que sea tan difícil que una película transforme la
realidad (y no se limite a interpretarla) como que los inteligentísimos
defensores del libre mercado entiendan de una vez que la vida no es una tómbola-ton-ton-tómbola de luz y de color que José María Aznar pida perdón por
sus criminales mentiras sobre la guerra de Irak, pero todo es ponerse. Gracias
a Fernando Alonso, todos sabemos qué es una 'pole', una curva
superperaltada o incluso una 'chicane' lenta, así que es normal que gracias a
esos hombres y mujeres que salen en la estupenda serie documental 'Las caras de
la noticia' (CanalPlus) también sepamos que Lehman Brothers no es una familia de
acróbatas de circo. Series como 'The Newsroom' o, de otra manera, 'Homeland'
nos abren los ojos a lo que ocurre más allá de las caras de la noticia. ¿Por
qué no confiar en que películas como 'El jardinero fiel' o 'Babel' cambien
nuestra visión del mundo, para luego transformarlo? Ni 'El jardinero fiel' ni
'Babel' son películas esencialmente tristes. Una película triste es, por
ejemplo, 'Alatriste', y no precisamente por su título.
¿Recuerdan la escena en la que el capitán Diego Alatriste
está en suelo medio desangrado después de un duelo y, en voz muy baja, dice:
“La vida es una mierda”? Pues eso. No hablamos de tristeza, sino de bocados de
realidad. Después de ver 'El jardinero fiel' o 'Babel' uno no se siente triste,
porque para eso ya tenemos a un espléndido perdedor como Diego Alatriste, sino
perplejo y enfadado con la realidad.
Enfadado porque las cosas no son exactamente como nos las
han contado. Podríamos hacer como el filósofo Hegel, que llegó a reñir a la
naturaleza desde lo alto de su cátedra porque no coincidía con sus conceptos,
pero reñir a la realidad sirve de muy poco. O no sirve de nada. La realidad es
tozuda como el gran Ralph Fiennes en 'El jardinero fiel' y a veces absurda como
el balazo que recibe la enorme Cate Blanchett en 'Babel'.
No sirve de nada reñir a Lehman Brothers. Y no sirve de nada
reñir a Aznar. No sirve de nada reñir a una curva superperaltada. No sirve de
nada reñir a la naturaleza porque no se comporta civilizadamente.
Películas como 'El jardinero fiel' o 'Babel' y series
televisivas como 'House of Cards' transforman la emoción en teoría, pero la
teoría tampoco sirve de nada si no se trasforma en rebelión. Películas y series
de televisión, vertederos de amor. Me siento hoy como un halcón llamado a las
filas de la insurrección.
Comentarios
Publicar un comentario