De paripés y derechas
Por Joaquín del Río
Europa está girando a la derecha a una velocidad tan pasmosa
que hasta la gente que siempre fue de centro ahora se cree de izquierda, porque
el paradigma está desplazado. De hecho, un discurso tan poco moderno como el de
Podemos parece de extrema izquierda, cuando apenas recupera valores
tradicionales del continente.
Porque la Unión se construyó con el ideario de la justicia
social, la opinión pública y el humanismo y empezó a destruirse cuando Ronald
Reagan y Margaret Thatcher pusieron en su lugar la diferencia de clase, el
hiperliderazgo y el capitalismo, respectivamente.
Que es a lo que toda derecha aspiró siempre, aunque sólo lo
reconoció explícitamente con los fascismos de Benito Mussolini, Adolf Hitler y
Francisco Franco, cada uno de los cuales lideró un régimen con características propias pero todos coincidieron en esas tres cosas. Frente
a ellos surgieron una derecha y una izquierda moderadas (la democracia
cristiana y la socialdemocracia, en concreto) cuyos proyectos ya no existen,
pero que hoy sonarían revolucionarios.
Y de esas bases bebe el proyecto de Podemos, que ha
arruinado la certeza de IU de convertirse en la izquierda de referencia en
Oviedo (sobre la base de la caída del PSOE) y que competirá por liderarla en Gijón,
Avilés y Asturias. Ya que, frente a ellos, sólo tiene la debacle de Foro, que apenas se mantendrá en
Gijón si no lo evita su lideresa.
Porque a la alcaldesa Carmen Moriyón se le escapó hace días
reconocer que fue "un paripé" su operación de legitimación frente a
la alternativa de Marcelo Villanueva, un tipo del que me cuentan que tiene
más vicios que virtudes, aunque yo nunca presto atención a esas habladurías.
Este periódico lo vio claro desde el primer momento, como se
ve en este artículo de hace una semana.
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